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lunes, 8 de noviembre de 2010

El color de una buganvilla


Antes de embarcarme eché una carta al correo. Buscaba una buganvilla naranja. Naranja, porque en tiempos creía yo que las buganvillas eran violetas, y cuando tuve una, por más que la regué, las flores brotaban naranjas. O se tornaban naranjas, no me acuerdo. La naturaleza es más fuerte que nada, pensé, no puedo yo conseguir una buganvilla en condiciones. O quizás sea mi destino. Así que dejé de regarla para que creciera a su libre albedrío, visto que mis cuidados eran inútiles. Ahí acabó el asunto de la buganvilla. Hay cosas que no pueden llegar a ser por más que uno se empeñe. 

Pasado el tiempo fui comprendiendo mi error. Las buganvillas no son sólo violetas. Son violetas, y rojas, y naranjas, y amarillas… Qué estéril mi esfuerzo de antaño. Tan ofuscada estaba yo en conseguir el color exacto primero y en aceptar el fracaso después, que no era capaz de contemplar la posibilidad de que pudieran existir buganvillas de muchos colores. 


Hoy vuelvo a las andadas. En mi búsqueda de una buganvilla naranja para este blog –ya no la quiero violeta-, la naturaleza, o el destino, o qué se yo, hace que la que más llame mi atención sea inequívocamente amarilla. 



                         Estimada señora:

                         He encontrado en la red una pintura de
                         su autoría que desearía utilizar para mi 
                         blog. 
                         Me gustaría saber si tiene usted algún 
                         inconveniente y en caso contrario, si 
                         precisa usted alguna información 
                         adicional o requiere alguna condición.

                         Agradeciendo de antemano su atención, 
                         reciba un cordial saludo.


Envié la carta y me eché a la mar. Sin rumbo, ya lo he dicho.  Hasta esta tarde:

                        
                        Contestando a su solicitud, respecto a la 
                        utilización de la obra "Buganvilla amarilla" 
                        como portada de su blog, me complace que
                        se haya fijado en ella y sea de su agrado, 
                        por lo que no me importa que la utilice, 
                        siempre que se cite mi autoría, mi página 
                        en Artelista, y no haya beneficios 
                        económicos.

                        Un saludo.



Todavía ando dándole vueltas a cómo deshacer este galimatías del color de las buganvillas y comprender su significado. De momento, dos pensamientos acuden a mi mente: 


1.- Muy propio de mí desear una buganvilla violeta, buscar una naranja y decantarme por la amarilla. 


2.- Ya tengo imagen para mi blog.


Pero detrás de todo esto tiene por fuerza que haber algo más.








Buganvilla Amarilla
Mª de Guadalupe Mañanas Rubio
http://httphttplupeartelistacom.artelista.com/





1 comentario:

  1. Pyyk, estoy un poco asustada. Cuando leo sobre tu buganvilla voy a las mías propias. ¿Cómo puede ser esta coincidencia también? Para que veas que no te vacilo te dejo un par de enlaces a buganvillas propias:
    http://lavidaesunsusurro.blogspot.com/2009/12/confusion-una-buganvilla-no-hace-verano.html

    http://lavidaesunsusurro.blogspot.com/2010/06/mundos-livianos.html

    http://lavidaesunsusurro.blogspot.com/2010/04/exotismos.html

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